Ushpizin: Los Siete Invitados y su Significado Universal

 



 Introducción


A pocas horas de finalizar Sukot, el Festival de las Cabañas, los noajidas debemos reflexionar sobre la unidad y la gratitud por las bendiciones recibidas. Esta celebración debe  inspirar a las comunidad noájidas a reconocer la creación divina y profundizar en su camino espiritual por lo que me gustaría compartir con ustedes el siguiente artículo con un mensaje universal respecto a la festividad y lo que el noajida debe trabajar durante su año.

 A modo de introducción quiero iniciar este articulo haciendo las siguientes aclaraciones:

La festividad de Sucot, también conocida como la Fiesta de los Tabernáculos, posee un profundo significado espiritual para el pueblo judío. Esta celebración evoca la conexión con los patriarcas de la tradición hebrea y simboliza la protección divina que acompañó a los israelitas durante su travesía en el desierto. Es relevante destacar que los no judíos, también conocidos como noajidas o gentiles, no tienen la obligación de celebrar Sucot de la misma manera que los judíos, quienes están llamados a construir una suka, el refugio temporal que representa esta festividad.


Sin embargo, esto no implica que los no judíos estén excluidos de la energía espiritual que emana de Sucot. Cada uno de los siete patriarcas del pueblo judío llamados en está festividad invitados está ligado a virtudes y principios que pueden inspirar a todos, independientemente de su origen. Los no judíos, aunque no están obligados a construir una suka ni a seguir las tradiciones específicas, pueden conectarse con la energía de esta festividad a través de actos de alegría y reflexión sobre la confianza en la protección y el cuidado del Creador.


Durante Sucot, los no judíos pueden aprovechar la oportunidad de alinearse con las virtudes que cada patriarca representa en sus acciones diarias, y así enriquecer su conexión con lo divino. A través de acciones justas y moralmente correctas, pueden manifestar las cualidades que estos líderes espirituales encarnan, permitiendo que su camino hacia la espiritualidad se extienda más allá de las festividades.


De esta manera, aunque los no judíos no deben realizar ninguna de las prácticas tradicionales asociadas a Sucot, sí tienen la posibilidad de abrazar sus principios subyacentes a lo largo del año, trabajando en su propio desarrollo espiritual y fortaleciendo su relación con el Creador. Así, Sucot no solo es una celebración para el pueblo judío, sino una invitación universal a la reflexión y al crecimiento espiritual.

 La Luz de Sucot


La festividad de Sucot no es solo un evento en el calendario judío, sino un tiempo de conexión espiritual profundo. Durante esta celebración, se cree que la Sucá, una estructura temporal donde se realizan los rituales, irradia una energía espiritual tan poderosa que las almas de siete patriarcas de Israel emergen del Jardín del Edén, el Gan Edén, para participar en esta experiencia sagrada. Este Jardín es entendido en la tradición judía como un lugar de deleite que espera la llegada de las almas que han alcanzado un alto nivel de espiritualidad antes de entrar al Mundo Venidero, una era post-mesiánica (Talmud, Shabat 152b; Dérej Hashem 1:3:11). 


  Ushpizin, una palabra aramea que significa "invitados". Durante esta festividad, cada patriarca asume el rol de guía para los demás, creando un espacio donde la historia y la espiritualidad judía se entrelazan. Este aspecto de Ushpizin se relaciona con un tema central de la filosofía judía: la idea de que el tiempo sigue patrones fijos y que la historia se mueve hacia un objetivo divino (Dérej Hashem 4:7:2).

El Rey David escribe: "Mil años en Tus ojos son como un día" (Salmos 90:4). Cada día de Sucot corresponde a uno de los días de la semana, y a cada uno de los siete milenios de la historia humana, comenzando por Adam y llegando a la era mesiánica (Talmud, Sanedrín 97a; Dérej Hashem 1:3:9). Acompañada por los siete patriarcas, Sucot es la festividad que representa el concepto del pueblo judío trabajando en conjunto para traer la paz y la perfección al mundo (Sfat Emet


Los Ushpizin como ejemplo de virtud 

El simbolismo detrás de los Ushpizin va más allá de su representación como figuras historicas; cada uno de ellos  también encarna  un atributo espiritual escencial, conocido como sefirá. Pero el su sentido más práctico, tiene que ver con 7 cualidades que, al ser puestas en práctica en la vida personal de cada individuo, le permitirán alcanzar una conexión real con su creador y el mundo.

  1. Abraham representa la bondad.
  2. Isaac representa la moderación y la fuerza de voluntad .
  3. Yaakov representa la belleza y la verdad.
  4. Moshé representa la eternidad  a través de la Torá.
  5. Aarón representa la empatía y la receptividad al esplendor divino.
  6. Iosef representa la santidad y el fundamento espiritual.
  7. David representa el deber de reconocer a Hashem como rey en este mundo.

 Al actuar en consonancia con estas virtudes, se dice que la luz divina puede fluir al mundo, acercándolo a una existencia completa (Dérej Hashem 4:2:2,5). Esto refleja un principio moral universal: la calidad de nuestras acciones influye en la calidad del mundo que nos rodea. 

En la Parashá Emor, ubicada en el libro de Levítico Capitulo 23, comienza con una invitación divina: "El Eterno habló a Moisés, diciendo..." Este pasaje no sólo establece un contexto sagrado para las festividades, sino que también abre la puerta a un profundo aprendizaje. Entre estas festividades, Sucot resalta como un tiempo para volver a nuestras bases, recordando tanto nuestras raíces como nuestra relación con lo divino.

Aunque la Parashá Emor y Sucot tienen sus raíces en la tradición judía, el mensaje que transmiten resuena en todos nosotros. En cualquier cultura o creencia, los valores de humildad, gratitud y unidad son fundamentales. En un mundo donde las diferencias pueden dividirnos, recordemos que todos compartimos experiencias humanas comunes. Aprendamos a reconocer nuestras bendiciones, a ser humildes en nuestro andar y a extender una mano amiga a aquellos que nos rodean.

En esencia, el no judío debe entender  que su conexión con el creador no depende de la construcción de una cabaña temporal o la observación de rituales complejos  su conexión con la divinidad debe centrarse en la búsqueda  del refinamiento de su alma  a través de la práctica de la virtud(como aprendemos de los Ushpizin)algo que se ve tan simple como el acto de dar o el procurar La  empatía con los demás puede ser suficiente para la elevación de la conciencia y el mundo en qué vivimos y esto es algo que cualquiera puede hacer sea judío o gentil , Sukot nos invita a vivir con un sentido de propósito, fortaleciendo nuestros lazos con los demás y apreciando la belleza de la vida en cada uno de sus momentos.


El Compromiso con los Necesitados

La celebración de Sucot nos invita a reflexionar sobre la importancia de la solidaridad y el agradecimiento por los frutos de la tierra. Durante este tiempo, muchas comunidades(judías )se dedican a realizar actos de caridad, apoyando a quienes más lo necesitan. Este espíritu de generosidad y cuidado hacia los demás es un recordatorio poderoso de nuestra responsabilidad compartida(judíos y no judíos), instándonos a trabajar juntos por el bienestar de todos. En este sentido, Sucot se convierte en una ocasión para fortalecer nuestros lazos y fomentar la empatía en la sociedad.


El filósofo y jurista judío Maimónides también aborda este tema en sus escritos, enfatizando la obligación de alimentar a los pobres y a los menos afortunados (Leyes de Iom Tov 6:18). Este enfoque universal resuena profundamente, recordándonos la importancia de poner el bienestar de los demás en primer lugar, una lección valiosa que se puede aplicar en cualquier contexto cultural o religioso.


Conclusión: Un Mensaje Universal


La festividad de Sucot y la simbología de los Ushpizin ofrecen una rica fuente de inspiración no solo para la comunidad judía, sino para todos aquellos que buscan un camino hacia la elevación espiritual y la acción social. Al abrazar los valores de amor, bondad y generosidad, y al reconocer la interconexión de todos los seres humanos, podemos trabajar juntos para construir un mundo más justo y armonioso.


La herencia de los Ushpizin nos inspira a materializar el potencial de esta festividad. Al disfrutar de su significado y aplicar sus lecciones a nuestras vidas, nutriéndonos a nosotros mismos y a quienes nos rodean, podremos elevarnos a nosotros mismos y al mundo que compartimos.

Créditos

 Este artículo fue inspirado tras haber participado en el shiur(estudio) dictado por el Moreh Daniel Nahman Ben Tzion, cuya comprensión profunda de estas enseñanzas me guió en este análisis.

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